La administración municipal de
Marinilla les ofrece a sus habitantes diferentes ayudas y alternativas, en este
caso para la llegada de la muerte.
La
Asociación Mutual Acodema es la encargada de prestar los servicios fúnebres a las
personas beneficiadas por la administración de Marinilla, mediante el Acuerdo
No. 8 de 2001.
|
Texto
y foto Dayana Villegas Montoya
Desde el año 2002, las personas de los estratos 1, 2 y
excepcionalmente el 3 que residen en el municipio de Marinilla, tienen derecho
a recibir de parte de la Alcaldía de esa población, el pago de los gastos fúnebres
cuando no tienen recursos para hacerlo.
Este subsidio surgió por iniciativa del Concejo Municipal y
quedó plasmado en el Acuerdo N° 8 del 4 de junio de 2001. Para llevar a cabo esta
disposición oficial, la Administración celebró un contrato con la Asociación Mutual
Acodema, la cual aporta el 40% de los gastos. El presupuesto anual destinado
para este programa es de 10 a 12 millones, pero puede ser ampliado hasta 6
millones más.
Según Leonardo Orozco, asesor para el Desarrollo Social y Comunitario del Municipio, hasta el momento a nadie se le ha negado esta ayuda, solo
basta con que lleven la fotocopia de la cédula de ciudadanía, el certificado o
puntaje del Sisben y el certificado de defunción.
Este funcionario, encargado de adelantar esta gestión, dijo
que de inmediato él les da una carta a los beneficiados para que se dirijan a Acodema
y allí le presten los servicios requeridos. También dice que en este año se ha
beneficiado a cinco personas, por un valor total de 7 millones.
Irma González, administradora de Acodema, explica que los
gastos cubiertos por la administración incluyen: preparación del cuerpo, cofre,
hábito, carteles murales, veladoras y equipo de velación, sala de velación 18
horas o cremación, coche fúnebre (si es dentro del perímetro de Marinilla), trámites
civiles y eclesiásticos y libro de novenas.
Este municipio es de los pocos del Oriente Antioqueño que
ofrece este beneficio a sus habitantes, pues en otras localidades de la región no
han establecido este tipo de acuerdos o desconocen la situación.
A pesar de la relevancia de esta norma, no todos los
habitantes la conocen. Consuelo Hincapié, presidenta de la Junta de Acción
Comunal del sector Juan XXIII, dice desconocer la norma y por tal motivo no
había considerado acudir a esta ayuda en caso de que falleciera alguien de
bajos recursos en su comunidad.
Antes de que surgiera
este Acuerdo, los encargados eran los presidentes de las juntas de acción
comunal, quienes se veían obligados a ir de casa en casa pidiendo un aporte
económico para poder realizar el entierro de las personas que lo necesitaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario