Por: Ivanna Vidal Atencio
Todas
las mañanas Julio Ocampo y Paula Tobón se trasladaban a su lugar de trabajo, un
puesto de fritos que nació hace 17 años en compañía de sus familias. Este
negocio es hoy una realidad que, según ellos, crecerá mucho en un futuro, pues
esos son sus planes.
Don
Julio y Paula haciendo crecer su negocio
En
el barrio Los Colores de la ciudad de Medellín, más exactamente en la calle 53
justo al frente de la iglesia San Clemente, inició hace 17 años, gracias al
espíritu de lucha del señor Julio Ocampo y de un grupo de personas, la
iniciativa de montar un puesto de fritos. Este negocio comenzó con algo muy
pequeño, ––un carrito que llevaban y traían todos los días–– pero con el
pasar los años fue creciendo.
Al
principio cuenta don Julio que fue difícil la aceptación de algunas personas
cercanas al lugar: “Los ricos son muy envidiosos y no quieren que los pobres
tengamos oportunidades de salir adelante”, dice. Además, asegura que con el
apoyo de la junta de acción comunal y de la Cuarta Brigada de este sector
recogieron firmas para que se les otorgara un permiso.
Esto se consiguió y
permitió que este puesto se quedara en ese lugar de manera constante.
La
jornada laboral de Julio Ocampo y Paula Tobón, hija de la dueña mayoritaria,
inicia a las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, los fines de semana
y días festivos de 7:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche. Venden
empanadas, pasteles de pollo, tinto, café con leche y gaseosas.
En
este puesto familiar trabajan varias generaciones de dos familias, hijos de los
dueños, sobrinos, tíos y hermanos de los mismos. La renta que trae este sitio
es muy buena, tanto así que en algunos casos es casi innecesario conseguir otro
trabajo o tener sucursales de este puesto.
Aunque
ellos apuntan que “nunca está de más tener otras entradas económicas”, insisten
que este lugar los hace sentir felices, con un excelente ambiente de trabajo,
pues entre ellos se tratan bien ya que se conocen hace años.
Al
igual que muchos comerciantes de la ciudad, esta familia ha sido víctima de los
ladrones en más de una ocasión. “Hace dos meses cuando ya habíamos terminado
nuestras actividades y nos disponíamos a recoger todos nuestros implementos
llegaron dos jóvenes y nos robaron parte del producido del día y algunos
utensilios”, cuenta Paula.
Sin
embargo, esto no ha sido impedimento para que continúen con su proyecto
familiar. Las familias del sector, después de los robos, se han mostrado
solidarias y les dan la oportunidad de guardar los objetos más difíciles de
llevar diariamente a sus residencias. Las cosas las guardan en los garajes de
las casas. Además, los celadores de la zona también les colaboran vigilando la
carpa y lo que queda ahí, como la mesa donde se prepara la masa y unas sillas
de madera.
En
un futuro piensan construir un local ahí en el mismo lugar en el que hoy se
encuentran, ya que el número de clientes es cada vez mayor y no solo del barrio
Los Colores, sino también de otros lugares de la ciudad, “Sin temor a equivocarme
aquí viene gente de El Poblado a probar nuestras delicias, como los mismos
clientes las llaman”, dice Paula.
Algo
extraño es que a pesar de los 17 años que tiene este lugar aún no cuenta con un
nombre, es por eso que ellos quieren construir su local para que haya más
acogida y se le pueda hacer publicidad “aunque entre los clientes nos van
haciendo publicidad”, dicen entre risas Julio y Paula.
Paula
junto a su madre, la señora María, no conformes con las ganancias de su puesto
de fritos, el último viernes de cada mes hacen postres y comidas que salen a
ofrecer casa por casa. Tal actividad les deja muy buenas ganancias para darse,
de vez en cuando, sus gustos y darles gustos a sus familias.
Es
difícil cuando en la ciudad se presenta el invierno, ya que las fuertes lluvias
representan pérdidas, pues la carpa no está protegida y si llueve con grandes vientos
es imposible poder realizar las labores, debido a que los clientes tampoco se
presentan en casos como estos.
La
construcción del local se tiene prevista para finales del año 2014 cuando se
tenga todo el presupuesto económico requerido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario